Este ha sido un viaje de despedida. Hace ya un año, Maya se fue a un viaje de sólo ida, sin avisar, sin despedirse. Ahora nos ha tocado a nosotros despedirnos de compañeros de muchos años. Y es una despedida para siempre jamás, con la certeza casi absoluta de que no volveremos a vernos. Qué sensación de vacío, qué incertidumbre.
La empresa es la gran diosa, la que decide quiénes son nuestros compañeros; ella nos los dio, ella nos los quita. Haber hecho amigos de muchos países distintos después de tantos años no era contemplado por sus planes estratégicos. Perderlos para siempre no es ahora su problema.
La empresa es la gran diosa, la que decide quiénes son nuestros compañeros; ella nos los dio, ella nos los quita. Haber hecho amigos de muchos países distintos después de tantos años no era contemplado por sus planes estratégicos. Perderlos para siempre no es ahora su problema.
2 comentarios:
Es una reflexión muy triste la que haces... también ha sido una oportunidad que precisamente porque supiste aprovecharla ahora te duele perderla ¿no? Toda esa experiencia laboral y personal ya forma parte de ti, y por lo que deduzco, de una forma muy positiva y constructiva
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